lunes, 5 de septiembre de 2011

CAP. 2: LAS DOCE CASAS: NUESTRO HOGAR.

CAP. 2: LAS DOCE CASAS: NUESTRO HOGAR. (PUBLICADO)
*+*Shaka*+*
A las afueras del Aeropuerto de Atenas, se encuentra el autobús del Colegio bajo la insignia de Niké, la diosa de la Victoria. Y precisamente en ese autobús estoy yo. Tras un año de llegar de la Universidad Oxford, estoy aquí esperando al nuevo miembro de “La Orden de Los Caballeros De Oro”. Al parecer, es del oriente, como yo. La verdad, dudo mucho que sepa lo que significa que él esté aquí...
Se acerca alguien con una larga cabellera lila. Pone sus verdes ojos en el encargado que lleva una lista. El chico inclinándose le enseña un papel, puede que sea una carta mientras el encargado asiente. Miro alrededor y sorprendido de que mis camaradas también se encuentran en ascuas por saber la identidad del doceavo miembro. Me fijo en los asientos percatándome de que hay tres lugares desocupados. Aún faltan más miembros...
El pelilila aborda el autobús. ¡Cielos! En verdad este muchacho es atractivo y parece digno de confianza. Ocupa un asiento al lado mío ante las miradas de todos. Es entonces cuando cierro mis ojos, pero me hace voltear a verlo ya que me dan curiosidad los puntos rojizos en su frente. Mi visión se cruza con la de él y me sonríe inclinándose levemente. Inevitable me es corresponderle y de sus finos labios sale una voz delicada pero varonil a la vez al presentarse:
-Hola, ¿Cómo te llamas?
-Shaka Gautama Muny. Llámame Shaka... - le contesto. A pesar de que le digo mi nombre, aún sonríe.
-Mucho gusto, mi nombre es Mu Wang... - se inclina como hizo al principio. Vuelvo a cerrar mis ojos para que no descubra la vergüenza... Tratando de iniciar la plática, le comento:
-Por tu apellido, podría vaticinar que eres chino...
-Casi. Nací en Jamir, el Tíbet y... supongo que tú eres hindú...
-sí, - asentí y continué- y dime, Mu, ¿A qué has venido a la Universidad de Atenas?
-Hice mi exámen en la Universidad de Tokyo para ingresar a esta Academia y me quedé...
-Disculpa por interrumpir... pero, ¿Qué son esas marcas en tu frente?

Una vocecita atrás de nosotros interrumpe de sobremanera la plática de Mu. Abro mis ojos y me vuelvo al causante de la falta, pero en vez de una persona, encuentro dos. Uno de mirada vivaracha y alborotada cabellera azul y el otro con los ojos cerrados, los brazos cruzados y la caída de sus hebras lisas verde agua: Milo y Camus...

-¿Y bien? ¿Qué son las marcas en tu frente?- vuelve a preguntar el alegre Milo, cosa que yo corto al opinar:
-Por habernos interrumpido, de menos preséntate, ¿No?
-Lo siento, - se aclara la garganta- soy Milo Antares, estudio sociología...
-Mucho gusto, Milo... bueno, estas marcas son características que tiene mi familia... – lo más sorprendente era que Mu sigue sonriendo a pesar de que Milo lo ha distraído. Sediento de curiosidad, Milo continúa acaparando al pelilila:
-Escuché que eres del Tíbet, ¿Acaso no los dañó la reforma cultural en China?
-No tienes que contestar esa pregunta... – intervino el gélido Camus, el único capaz de calmar al peliazul.
-¡Camus! – exclama Milo en tono parecido al reproche. El aludido abre sus ojos dejando ver el azul apagado de su mirada. Serenamente pronuncia en un acento romance:
-Camus Trolliet, nacido Conde francés y estudiante de letras y  literaturas grecolatinas... disculpen a Milo, lo que pasa es que es un metiche...
-Pero Camy, tengo que serlo, soy sociólogo... – se excusa Milo al ver como Camus vuelve a poner su mismo rostro serio.
-En verdad lo siento, Shaka... - vuelve a disculparse posando su fría mirada en Milo... dejo caer mis párpados y le digo:
-No te preocupes, Camus, pero ten cuidado con tu mirada... podrías congelar el agua con tan solo echarle un vistazo...

El conductor sube a bordo y se sienta a esperar a los faltantes. Una gruesa voz le exclama impacientemente:
-¿A quién más esperamos? ¿No podemos irnos ya?
-No, señor Aioria. Aún faltan los señores Yannakos... – le responde el buen hombre. Aioria, que ese es el nombre del chico, manifiesta su impaciencia:
-Pues espero que se den prisa porque me muero de ganas de ver a Kanon... me debe 300 euros...
-Más respeto a tus mayores, Aioria... – le reprende Aioros, su hermano mayor por siete años. Aioria le contesta excusándose:
-Pero Aioros, Kanon es mi amigo...
-Sí, pero Saga no, así que compórtate...
-Perdón por la tardanza, es que “alguien” no encontraba su celular con televisión...

Esa voz me suena conocida... si no estuviera acostumbrado a ver a los hermanos Yannakos juntos, diría que veo doble, pero conociéndolos aparte, son polos opuestos: la formalidad seria por parte de Saga y la frescura casual de Kanon forman la dualidad del ser humano...

-Pero Saga, ahí tenía el número de las bellas chicas- dice el más joven, Kanon, pero Saga está perdiendo su paciencia poco a poco...
-bueno, ya siéntate... bastante tiempo hemos perdido por tus tonterías...

Para colmo de Saga, ahora Kanon empieza a saludar a su pandilla de amigos:
-¿Qué onda, Aiory? ... ¡Milo, cuánto tiempo! ... Death, quiero el inventario de lo que has ocupado... Alde, tú también y...
-¡Yannakos!- grita Saga ya más que desesperado- Te dije que te sentaras, no que saludaras...
-¡Ay, Qué gritón!- se dirige a la parte trasera del autobús y se sienta.

Saga está dispuesto a seguir a su gemelo pero se topa con la vista de Mu... los verde azules ojos se clavan en ese pálido rostro adornado por los orbes esmeraldas, debajo de los escarlatas lunares y enmarcado por el lavanda cabello fino. El carmín se apodera del rostro de Saga, quien desvía la mirada y sigue a Kanon. ¿Quién iba a decir que el destino jugaría con nuestros sentimientos por Mu? Definitivamente, alguien tendrá que ser el espectador porque el otro... tendrá el honor de estar a su lado...

***
*+*Saga*+*
Hemos llegado a nuestra humilde morada. ¿Quién te cree, Saga? Si “Las Doce Casas” es el lugar donde todos los estudiantes quieren estar. Y es que no es para menos, estar aquí te aporta bastantes privilegios y... ¿Cómo dice, Aphrodite? ¡Ah, sí! Glamour. Digamos que somos la élite de la Universidad. En fin, se llama así el sitio porque evidentemente son doce dormitorios para los doce mejores universitarios. Para empezar, la arquitectura podría compararse con el Partenón de la mismísima Atenea: impecablemente blanco levantado en poderosas columnas...

Al entrar por la puerta principal, adornada por Narcisos y Laureles, se llega al recibidor. Más allá, hay unas largas escaleras que llevan a los dormitorios. Abajo, se encuentra la Biblioteca, la sala,  el estudio y el comedor. Entre la puerta principal y las demás estancias se halla un pasillo que conduce a la puerta del jardín. Ese hermoso terreno es ocupado en parte por los baños de sauna y regaderas de relajación. Además de ese lujo, tenemos una piscina de aguas cristalinas... sí, nosotros somos la envidia del campus. Podemos darnos la libertad de disfrutar por lo que hemos luchado...

En fin, el autobús se detiene a las puertas de “Las Doce Casas” y descendemos. Shaka platica animadamente con el ser más dulce y apuesto que he conocido: Mu; Aldebarán espera con los brazos cruzados a los demás, Kanon bromea con Milo y Aioria: los tres compadres. Camus habla con el buen Aioros, Death Mask besa desenfrenadamente a Aphrodite sin que Shura los descubra y yo solo me hipnotizo al perseguir con mi vista sus delgados cabellos. No puedo hacer otra cosa. El mundo ya no me importa más que él...

Paso al comedor a servirme un vaso con agua pero un mayordomo se adelanta diciéndome:
-Señor Yannakos, permítame atenderlo como se merece, déjeme traerle lo que guste...
-Por favor, Nicolaus, - le respondí- yo puedo hacerlo con mis propias manos, sino hasta se me olvidará como es una cocina...
-El señor ha cambiado de humor, ¿Se puede saber a qué se debe?- me pregunta extrañado.
-Las personas cambian, Nicolaus, en serio cambian- le aseguro- no quería creerlo, pero veo que es verdad. La mente es tan poderosa que puede lograr lo que se proponga... y lo he visto en personas desahuciadas como yo...
-Parece que usted ha cambiado de profesión... podría jurar que ahora veo en usted a un poeta de la vida...
-No bromee con eso, amable caballero, porque si lo hace, en verdad seré un poeta de corazón... - me dirijo a la sala cuando oigo la angelical voz de Mu y otras más conocidas, mientras que Nicolaus aprovecha la oportunidad para traerme ese vaso con agua:
-¿Tú qué número de dormitorio tienes, Mu?- le preguntaba Shaka con un dejo de... ¿Esperanza?
-Pues el uno, - responde tímidamente y continúa- ¿Y tú?
-El seis... bueno, te dejo, tengo que acomodar mi habitación... – Se despide tristemente dirigiendo sus pasos a su dormitorio. La voz de Aldebarán opina entonces:
-Creo que me toca el dos... qué bien, seremos vecinos...
-Al parecer sí... eh, tu nombre...
-Aldebarán Bissau Oliveira, soy un Tauro brasileiro, je, je... oye, ¿qué esperas, Mu?
-Mi maleta... es que no lo han traído todavía...

Justamente va llegando Nicolaus con mi vaso. Aprovecho la oportunidad para preguntarle:
-Dime, Nicolaus, ¿Ha llegado ya el equipaje del nuevo integrante?
-Desde luego, señor, -me respondió dejando mi vaso en la mesa de centro y se acerca susurrando- pero aún se encuentra en el recibidor, ¿Sabe? No ha llegado el botones para encargarse de ello...
-Gracias... – le contesto tomando el líquido y tragándolo de una vez. Hago una reverencia y voy al vestíbulo cuidando de que algún criado no me descubriera. Agarro el asa de la maleta y la cargo rumbo a las escaleras. Al llegar, veo a Mu completamente solo sentado en los escalones con una Laptop en sus piernas. Carraspeo del nerviosismo y él levanta la vista. Me dispongo a ejecutar el plan que maquilé:
-Disculpa, camarada, ¿Me harías favor de pasar? Lo que ocurre es que tengo que entregar una maleta...
-Qué casualidad, yo estoy esperando la mía – Contesta divertido levantándose. He probado que es muy inocente, por lo que continúo:
-Entonces te llamas Mu Wang, sin duda... - voy subiendo las escaleras mirando su reacción. Cuando ya estoy arriba, bajo por un momento la maleta.
-Ese es mi nombre... eh... - me contesta dudando de mi nombre. Le tiendo la mano estrechándola contra la suya. Tersa seda es su piel:
-Saga Yannakos, para servirte y... bueno, ¿En qué dormitorio dejo tu equipaje?
-Ah, este... – se ruboriza al encontrarse con mis ojos e inmediatamente baja la vista- en el dormitorio uno, o sea aquí...

Es cierto, una puerta blanca se encuentra a sus espaldas. Temblorosamente, toma la manija de la puerta y la gira empujando hacia dentro. Valla, el interior es tan acogedor que me encantaría a quedarme a charlar, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que supervisar el hospital y a los trabajadores. Eso no me importa mucho ahora, sobre todo cuando está él: Mu Wang. Entro a la habitación dejando su equipaje sobre la colcha carmín. Me vuelvo hacia él y nuevamente posa su vista en el suelo. El rubor de sus mejillas le hace ver más... atractivo... es entonces cuando su voz me regresa a la realidad para ir de nuevo a soñar despierto:

-Saga, tú has estado ciclos escolares antes que yo, ¿No es cierto?
-Por supuesto... -asiento.
-Platícame sobre Las Doce Casas...
-Verás, en este edificio habitamos los doce mejores. Algunos destacan la estirpe de su familia como Camus Trolliet, heredero al Condado de Pays de la Loire; otros gracias a su intelecto como Shaka, llamado también “La Reencarnación de Buda” o por su popularidad. Un clarísimo ejemplo es Aphrodite, quien es modelo de pasarela en Italia, pero en fin... todos somos importantes, Mu... Ve de qué lado estás: de tu inteligencia o las influencias...
-La verdad, no creo ser influyente ni tampoco ser casi un dios, eso no me preocupa. Solo quiero llegar a donde me lleven mis sueños y el corazón... –una luz brilla en sus ojos. Esa misma luz que alivia a los condenados de muerte y resucita a los muertos en vida. Pero no puedo dejar de ser un escéptico. Tengo que probar que este bello ser es real y nada mejor que ello que crear debates:

-Eso es muy optimista de tu parte, pero algo te tiene que distinguir de los demás... ¿Tu padre es ex ministro? ¿Escritor? ¿Protegido de alguien?
-No que yo sepa. Solo es Doctor en Química Nuclear y trabajó en varios proyectos de Radiación en Europa, pero no creo que sea tan importante... y bueno, su pareja tiene un Doctorado en Historia de las Dinastías Chinas...
-Uhm... bueno, esta noche, a las siete en punto, se llevará a cabo la Cena de Bienvenida en el Comedor. Normalmente la cena es de carácter formal, pero hay algunas excepciones como mi hermano Kanon, que puede vestirse como arlequín de Florencia... si eso llega a ocurrir, solo ignóralo... –le advierto sobre la locura de Kanon. Mu sonríe de lado y le guiño el ojo.

 Después me retiro a mi habitación a cambiarme de ropa y ponerme mi bata. Llamo a Nicolaus para que aliste mi BMW negro. El mozo, en cuanto está listo el auto, me entrega las llaves en el recibidor de Las Doce Casas. Entonces le digo:
-Nicolaus, buen amigo, como a eso de las seis, ten listo mi traje para que, en cuanto llegue del Hospital me cambie de ropa. Tengo la suficiente confianza en que lo harás de maravilla. Hasta entonces... Ah y por favor, ponte a disposición de Mu. Quiero que se sienta a gusto… –le despido arrancando y dirigiéndome a mi trabajo...

***
 *+*Saga*+*
A las siete en punto Mu se encuentra en su recámara esperando a que lo llamemos a cenar. Esto lo sé porque Nicolaus me lo ha confirmado. Para fortuna de todos, Kanon se vistió decentemente con un traje azul y corbata de ¿Dragones marinos? ¡Esto es el colmo! ¡Todos pretendiendo ser formales y él rompiendo con la tradición! Pero en fin, llamo con una campanilla a Tulio, otro mozo al que le doy instrucciones de ir por Mu. En cuanto se retira, Kanon abre la boca:
-No entiendo porque no invitamos a Mu simplemente a cenar...
-Es la tradición, Kanon, ya deberías estar acostumbrado a ello... –le digo seriamente...

Mi hermano cruza los brazos y yo solo dirijo mi vista al portón de cedro. Quiero conservar en mi memoria su rostro de sorpresa y curiosidad. Y es que en realidad esta tradición es bastante mística, al principio. En cuanto entras, lo primero que ves es la gran mesa redonda de ébano y a tus camaradas... y aquí viene. Puedo oír sus calmos pasos y de pronto, las dos puertas son abiertas. Mu se ve tan elegante: zapatos negros, camisa azul celeste y pantalón de vestir oscuro. Se acerca a la mesa para sentarse en medio de Aldebarán y Aphrodite. Tulio se retira y Aioros se dirige a nosotros levantándose:
-Bueno, es hora de empezar nuestro ritual de bienvenida, así que... Aphrodite, preséntate... –dicho esto, se sienta cediendo la palabra a Aphrodite que se levanta:
-Gracias, Aioros... Mi nombre es Aphrodite De Reynold. Provengo de una familia de artistas plásticos y escritores. Estudié en la Universidad de Zurich, Suiza la carrera de Ciencias de la Comunicación Analítica... –se sienta y Camus se levanta:
-Nacido Conde de la provincia de Pays de la Loire en Francia, soy Camus Trolliet, antes universitario de Moscú en Letras Clásicas... –cede la palabra a Shura:
-Soy Shura Suárez De La Peña, estudiante de la Universidad de Barcelona en la Carrera de Ingeniería Química Metalúrgica. Soy hijo de un empresario minero en América... –deja a Aioros hablar:
-Bueno, yo soy griego de nacimiento, mi nombre es Aioros Kamaranlís... Mi padre fue ex ministro de gobernación y estudié la carrera de Ingeniería Civil aquí y voy por el posgrado... –se levanta Milo:
-Yo soy Milo Antares, vengo de una familia de actores y cineastas, estudio la carrera de Sociología... por eso soy tan chismoso, pero es que no puedo evitarlo... de hecho, Camie es mi novio y...
-¡Milo! –se sobresalta apenado Camus mientras que una marejada de sonrisas se asoma por los labios de todos, incluyendo a Mu. Shaka entonces carraspea para mantener el orden:
-Ejemn... Mi nombre es Shaka Gautama Muny, vengo de la Universidad Oxford con la carrera de Filosofía... a diferencia de ustedes, mi padre es geógrafo y mi madre trabaja en el Museo de Nueva Delhi... Soy hindú... - le da la palabra a Aioria:
-Soy hermano de Aioros y estudio Ingeniería Eléctrica y Electrónica... –se sentó al levantarse Death Mask:
-Soy italiano, mi nombre es Jean Carlo Andreotti, mejor conocido como Death Mask. Vengo de la Universidad de Florencia estudiando Medicina Forense. Mi familia tiene una empresa y mi padre fue ministro... –Toca mi turno y es hora de levantarme:
-Mi nombre es Saga Yannakos, estudié en la Universidad Psiquiatría. Estoy a cargo del Hospital de Salud Mental de la misma Universidad y estudio mi posgrado. Mi familia es famosa por ser científicos de renombre mundial... - le toca la palabra a Kanon, mi gemelo:
-Evidentemente soy de la misma familia que Saga, soy el gemelo malvado... digo, sería muy estúpido pensar que seamos de diferente familia, ¿No?... te caché, Milo, je, je... Soy Químico Fármaco Biólogo. Tengo a mi cargo todos los laboratorios de la Universidad... y de seguro se preguntarán, ¿Qué hace este tipo aquí? Muy sencillo, haciendo un diplomado... es todo... - después del discurso tan enrollado de Kanon, éste le da la palabra a Aldebarán:
-Soy Aldebarán Bissau Oliveira. Estudié en la Universidad de Sao Paulo en Brasil la carrera de Biología Diversiva... –Mu se levanta de su asiento para decir:
-Me llamo Mu Wang, soy de Jamir, el Tíbet. Estaba estudiando Pedagogía en la Universidad de Tokyo, Japón y bueno, mi padre es Doctor en Química Nuclear...

Aioros toma la palabra en cuanto Mu se sienta:
-Ahora, a lo que venimos, ¿No? Buen provecho...

Algunos riendo, otros de verdad muertos de hambre y unos cuantos por compromiso degustamos la alta cocina mediterránea que prepararon los mozos. Mientras yo tomo un pan, me fijo alrededor a ver qué están haciendo los demás. Aldebarán se ve contento… Mu charla con Shura… Aphrodite está comiendo junto a Death Mask… Kanon, Aioria y Milo están haciendo competencias de comida… ¡¿Qué?!

-¡Kanon, compórtate en la mesa! ¿Quieres? –le digo a mi odioso hermano mientras Aioros reprende a Aioria y Camus con Milo.

Al final de la cena, durante la sobremesa, Aphrodite nos platica sobre su última pasarela en Italia. Me estoy aburriendo bastante y creo que todos estamos de acuerdo con eso. De pronto, Milo le pregunta a Mu:
-Oye, Mu, ¿No crees que te pasaste al decir que eras hijo de un Doctor en Química Nuclear?
-Bueno, es que eso es mi padre…- se defendió Mu con una sonrisa.
-Pero debes tener al menos una historia, ¿No? –opinó Kanon recostándose en la mesa.
-Mi historia es como cualquiera, común…
-Pero hay historias tan comunes como sorprendentes…-le dije a Mu, a lo que suspiró:
-Creo que desean saber mi pasado, ¿No? –Todos asentimos y él cierra los ojos- está bien, pregunten lo que quieran…
-En ese caso, lo más conveniente será trasladarnos a la sala –Camus toma la campanilla y la agita. Tulio se acerca e inclinándose espera órdenes, a lo que el francés le indica:
-Lleva tres botellas de vino tinto y café a la sala, por favor…
-Yo quiero un Whisky, por favor –dice Milo.
-Sí, señor…

Nos dirigimos a la estancia donde nos sentamos en los distintos sillones poniendo a Mu en medio. Entonces llegan los mozos con las botellas de vino, la copa de Whisky y los cafés. Todos, dispuestos a escuchar la vida de Mu, nos acomodamos. Mu dice antes de tomar un sorbo a su café:
-Bueno, ¿Qué quieren saber?

CONTINUARÁ...

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