lunes, 5 de septiembre de 2011

CAP. 4: EL CONCURSO INTERUNIVERSITARIO Y LA SORPRESA DE MU.

CAP. 4: EL CONCURSO INTER UNIVERSITARIO Y LA SORPRESA DE MU.
*+*Kanon*+*

Ya en la sala de las Doce Casas, como a eso de las ocho de la noche, esperamos al Rector de la Universidad. La verdad, para ser un “gay” bastante pasita, o sea, viejo, es muy moderno. Me cayó bien el papá de Mu. Muy fresco como lechuga... ja, ja, se parece a una por su cabello verde... ja, ja... de pronto, Marco entra a la sala y haciendo una reverencia como payaso de circo, nos anuncia:
-El Rector Shion Wang ha llegado a este recinto...

Me vuelvo a reír por mi pensamiento de la lechuga, pero me detengo y pongo una actitud seria al ver el rostro de Saga haciendo pucheros. Aguafiestas. Dite habla para romper el silencio con su clásica voz aflautada y cierto tono dandy:
-Es como en mi casa... los sirvientes siempre anuncian al recién llegado.
-De hecho, -asegura Death Mask con presunción –en todas nuestras casas lo hacen...

Una figura aparece por la puerta principal con la misma túnica blanca del discurso. Shion Wang había llegado a las Doce Casas. Con un ademán, todos lo saludamos respetuosamente, pero él sube su mano y se dirige a nosotros:
-Perdonen la vestimenta... –señala su ropa y se la quita dejando ver un saco negro –Es por tradición... –hace una seña a Marco y éste se inclina –una taza de café en el comedor, por favor –nos voltea a ver y nos dice –síganme, chicos...

Vamos hacia el comedor siguiendo a nuestro rector. Me aguanto de la risa al pensar que tengo enfrente de mí al “profesor lechuga”, pero me detiene el rostro de Saga que se pone rojo del coraje. Miro hacia el frente y me percato de que hay trece asientos en vez de doce, como suelen ser normalmente. Nos sentamos en nuestros respectivos lugares, sentándose el rector al lado de su hijo. Habla pausada pero animadamente:
-De aquí en adelante, no soy el rector ni el papá de Mu ni el anciano, soy Shion, ¿Entendido? Esta mesa es como la de los caballeros del Rey Arturo. Nadie es más que nadie, todos somos iguales...

De pronto, se interrumpe, pues Marco le trae su taza con café. Una vez que se retira, Shion vuelve a hablar:
-Bueno, hay un asunto que quiero tratar con ustedes: el Evento Interuniversitario. Cuatro colegios competirán por su renombre académico y cultural. Me he entrevistado con los rectores de las mismas y hemos acordado que este año habrá convenio...
-Disculpa, Shion, pero, ¿Cuál es el convenio a cumplir? –pregunta Alde con respeto.
-Dicho convenio se ha inspirado en la mitología griega. Nuestra representante es la diosa Atenea y, bueno ella ha tenido diversos enfrentamientos con los dioses Poseidón y Hades, según nos cuentan las historias... Las universidades de Cabo Sunión y la Nacional Alemana se rigen por esos dioses, respectivamente. Más tarde, la Real Universidad de Asgard empezó a competir y la incluimos en el convenio bajo la deidad del Dios Odín. Al principio, solo competíamos cada año, pero no teníamos tanto tiempo de preparar a nuestros alumnos. Así que los rectores de los cuatro colegios se reunieron y acordaron que el evento se realizaría si en este campus se reunieran doce chicos destacados para competir... este año, se cumple el trato y los miembros más destacados de esas universidades vendrán...
-Y bueno, ¿Quieres que compitamos? –pregunta Camus con su aire siempre serio. Shion sonríe.
-Por supuesto –contesta –precisamente por eso todos los estudiantes realizan un exámen de formación grupal. Para reconocer a los más capaces, para pertenecer a las Doce Casas... Ustedes han permanecido en pie durante todos estos años y bueno, creo que es digno de celebrar, ¿No?
-Valla, yo pensaba que el exámen era solo una pantalla y que sólo nos reunían porque nuestras familias son influyentes, pero ya veo que no... Es bueno saberlo... –observo un poco pensativo.

Shion asiente sonriendo, como si le diera risa lo que estaba diciendo. Saga solo pone sus manos sobre su rostro y las retira para mirar al cielo. Me encanta verlo desesperarse y... un momento, ¿Es cierto lo que veo? Saga lanza una disimulada mirada a Mu y éste se sonroja... uhm, comienzo a sospechar que algo se traen estos dos, vamos a ver cuando tardaré en decirle a Mu “cuñado”, je, je...

-Bueno chicos, creo que es todo lo que tenía que decirles... se levanta la sesión... –nos indica Shion y nos paramos de nuestros asientos.

Shion se dirige a Mu, quien está ligeramente sorprendido. Volteo a ver a Saga quien se emboba con Mu. Ajá, ya lo caché y esto no se me va a escapar. Me coloco delante de él tapándole la vista y le digo:
-¿No es la noche tan hermosa, Saga?
-Quítate de enfrente, Kanon... estoy inspeccionando el lugar...
-¡Pero mira que mentiroso resultaste! ¿Y qué se supone qué inspeccionas? ¿La relación de Mu con su padre?
-No entiendo cómo demonios te metes en mi vida, Kanon y...
-Vamos, Saga, admítelo. Te gusta Mu y no puedes evitar el mirarle...
-Y ya que estamos en psicoanálisis... ¿Qué me recomienda, doctor?
-Conquístalo, verás que te hará caso... pero te advierto que el amor puede lastimar... más de lo que crees...

Me retiro de dónde estaba y los dos notamos que la familia se ha ido. También nos percatamos de que Shaka ya no está. Tal vez nos escuchó y subió a su habitación. Quién sabe, parece que mi hermano no tiene el camino tan libre como pensábamos. Esto se pone interesante...
***
*+* Mu*+*

Mi papá me había llamado después de haber terminado la junta. Me sentí algo abochornado por la mirada de Saga. Y es que sus ojos me ponen bastante nervioso. Por fortuna o desventura, mi padre me sacó de mis pensamientos:
-Mu, quiero que vengas al auto, tengo una sorpresa...

Sin dudar un segundo seguí a mi papá al carro y vi que alguien salía. El corazón, por un instante, se me detuvo al ver que esa persona era la segunda hija de los Haninozuka: Midori...

-¡Midori chan! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí? –pregunté al abrazarla y tomar con ambas manos sus hombros.
-Bueno, yo iba a entrar a la Universidad de Tokyo, pero tu padre habló con los míos y como tenemos algo de dinero, pues me inscribió en la carrera de Urbanismo...
-Qué bien –sentí como sus manos rodeaban mi cuerpo y le correspondí.

Puse mi mentón en lo alto de su cabeza y pude ver que en la sexta ventana, Shaka observaba toda la escena. Su mirada poesía un extraño brillo que me dio, por un momento, escalofríos. Midori se deshizo del amarre y me sonrió haciendo de lado su fleco:
-Bueno, el viaje ha sido largo y estoy algo cansada, así que te veré mañana ¿Sí?
-Por supuesto, buenas noches y hasta mañana... –le dije dándole un beso en la mejilla.

Subió al auto sentándose en el asiento de copiloto. Mi padre me sonrió y puso su mano en mi hombro:
-Buena suerte y hasta mañana...
-Gracias, papá... –le dije, pero él levantó su índice y negó con él:
-No, hijo, no soy papá aquí, soy Shion y, bueno, descansa...

Se retiró al auto y manejó alejándose. Volví a observar la sexta ventana pero Shaka ya no estaba. Me volví a “Las Doce Casas” y me topé con Aphrodite de la mano de Death Mask. Les pregunté algo extrañado:
-¿Adónde van ustedes?
-Vamos a cenar... – me respondió Aphrodite con una sonrisa y Death le hizo segundas:
-Dite y yo...
-Que les vaya bien entonces... –les dije alegremente.
-Gracias, Mu, lindo –me agradeció Aphrodite. Se volteó, pero se regresó a voltearme –ah, se me olvidaba... ¿Esa niña es tu novia?
-No, no, solo somos amigos... –le respondí sonrojándome. Al parecer, no hizo mucho caso, porque me respondió:
-Ajá, así es como empieza todo y después...
-Dite, déjalo. Si son amigos, no tiene porque importarte. Además, no hay tiempo para perderlo aquí, debemos estar en el restaurante... –le dijo Death un poco impacientado.

Cargó a Dite y los dos se alejaron de Las Doce Casas. Adentro, en la sala, vi a Milo besar desenfrenadamente a Camus. Creo que ellos se adoran, los puedo ver en sus ojos. Pasé sigilosamente sin que notaran mi presencia directo a la biblioteca. En ella me encontré con Shaka, quien estaba leyendo un libro de lógica. Me acerqué lentamente y me senté junto a él. De pronto, Shaka cerró bruscamente su libro y dirigió su azul mirada en mí:
-¿y bien? ¿Quién es aquella chica, Mu?
-Es Midori Haninozuka, una amiga de Tokyo... –respondí algo extrañado. Shaka me miraba con ¿Celos? No, ya debo estar cansado.
-Debes saber que las chicas quitan el tiempo para estudiar cómo se debe... –me dijo al pasar sus dedos por la gruesa tapa del libro.
-Creo que no deberías categorizar a todas las chicas, Shaka... –le aseguré.
-Eso es muy cierto, Shaka... Lo he visto hasta en mi consultorio...

Saga intervino en plática y me miraba raramente. En verdad esto personaje es misterioso conmigo. Supongo que se debe a que estudió Psiquiatría. Caminó varios pasos hasta acercarse a nosotros, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón:
-Sin embargo, -prosiguió –Shaka tiene razón, las chicas nos quitan el tiempo que dedicamos a estudiar... y vivir...

Reí ante aquella respuesta. En verdad que no conocían a Midori. Si alguien es diferente es ella. Shaka, entonces, contestó seriamente:
-Gracias, Saga, pero, ¿Qué derecho tienes de interrumpir nuestra conversación?
-En verdad lo lamento, Shaka... no volveré a interrumpir tu psico filosófica plática, aunque... No deberías ser tan arrogante...– le sonrió Saga a Shaka, mientras éste le contestaba:
-De todos modos, agradezco tu consejo, Saga y si me disculpan, mañana será el primer día de clases de este ciclo escolar... con su permiso.

Shaka tomó el grueso libro y pasó entre Saga y yo con los ojos cerrados saliendo de la biblioteca. Nos miramos y no echamos a reír. Después me incliné en señal de respeto y salí para llegar más tarde a mi habitación. Me tumbé en el suave colchón mientras poco a poco la pesadez del sueño me obligaba a colocarme el pijama y acostarme. El sueño me envolvía profundamente y yo dejaba que me tocara hasta quedarme dormido.

CONTINUARÁ...

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