viernes, 11 de noviembre de 2011

IMAGENES DE SHUN REI

AQUI LES TRAIGO UNAS IMAGENCILLAS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES. DIJE "YA BASTA DE YAOI POR UN RATO" Y AQUI ESTA UNO DE LOS PERSONAJES TERCIARIOS.












lunes, 19 de septiembre de 2011

IMAGENES DE MEMORIAS DE UN VIAJERO

ESTE SE SUPONE QUE ES HYOGA, PERO VERSIÓN 3D. USTEDES QUE OPINAN???

AQUÍ ESTÁ MU Y SHAKA, ALGO RAROS, PERO ME INSPIRARON PARA HACER ESTA HISTORIA.

SE SUPONE QUE ES APHRODITE, PERO ESTÁ MUY FEO. O NO???

ES UN DRAGÓN MARINO, HACE FALTA DECIR A QUIEN REPRESENTA???

Y AQUÍ LES PRESENTO A MORGAN LE FAY, LA BRUJA, SIBILA QUE GUÍA A LOS MESAJEROS. ES PRESA DE UNA MALDICIÓN MUY CONOCIDA Y A CONTINUACIÓN LA OTRA IMAGEN DE ELLA.


MEMORIAS DE UN VIAJERO. PROFECÍAS.

Hola, en este fan fic hay muchos detalles en los que hay que poner atención especial. Uno de ellos son las profecías y los personajes. He aquí las profecías.


“Ante el brillo de la Piedra Inmortal, la punta de la Pirámide perderá su fuerza y color. Será la primera señal del apocalipsis de su Tierra. Una nueva misión les será otorgada a los sabios alquimistas: Mandar a la Piedra Inmortal para despertar la Luz de Eva.”

“La caída de la Tierra Alquimista se acerca. Mas el futuro de la estirpe seguirá. Construirán su hogar en las montañas más altas de Gaia entre el reino del Dragón y la Tierra de las Nagini. Y bajo nuevo estandarte, serán consejo de la Luz de Eva.”
“Fuego, Aire, Madera, Tierra y Agua se unirán en uno solo cuando el de los cuernos enroscados busque las señales de las estrellas cercanas al astro de Luz. El Elegido de la nueva era guiará a los otros para despertar la Luz de Eva.”
Y he aquí las profecías de cada uno con sus piedras respectivas. Adivinen quienes son:


“Busca al lado bueno del espejo y pídele el polvo de la Galaxia.”


“Busca a la espada fiel que cortará el mal de este mundo.”


“Busca al que viene de la tierra de las Mantícoras y pídele su sabiduría.”

“Busca al Nigromante y pídele los huesos del de caparazón inmortal.”

“Busca al Rey y pídele el poder del rayo de su pelaje.”

“Busca al de cuatro cascos y pídele la flecha de la medicina divina.”


Busca al portador del veneno y pídele un antídoto para morir.”


“Busca al que se dedicó a la siembra y pídele la semilla de la juventud.”


“Busca al Narciso y pídele la flor de sangre azul.”


“Busca al de rayas en la espalda y pídele la magia del jade imperial.”


“Busca al de los Eternos Hielos y pídele el soplo de su calor.”

lunes, 5 de septiembre de 2011

CAP. 5: EL TERCER CAMPUS Y EL FESTÍN DE LA OFICINA

CAP. 5: EL TERCER CAMPUS Y EL FESTÍN EN LA OFICINA.
*+*Aphrodite*+*

-¡Aphrodite, ya queremos irnos! ¡Se nos hará tarde para nuestras clases!- grita Kanon desde la ventilación del autobús, enfrente del portón principal de Las Doce Casas.

Pero no puedo dejar de escoger una mochila para las clases. Bueno, es que siempre los accesorios tiene que combinar con los zapatos, ¿No? Y obviamente, no quiero ni ir sin haber combinado mi vestuario. ¿Qué dirán los estudiantes si ven fachoso a uno de los doce elegidos, editor responsable del periódico universitario y modelo en la última pasarela de mi amigui? Por eso, siempre me tardo horas en estar listo. Para salir perfecto.

A fin de cuentas, elijo mejor una carpeta negra pensando en que no quiero cargar útiles el primer día de clases. Este color e recuerda a Masky, siendo él tan elegante y misterioso. Y pensar que ayer se comportó como todo un caballero en el restaurante de comida italiana más exclusivo de esta ciudad...

Veo el reloj en la sala y me doy cuenta que es súper tarde. Me miro por última vez en el espejo de la entrada y me sonrío coquetamente. Corro que vuelo al autobús teniendo cuidado de no arrugar mi camisa de blanca seda, ni manchar mis zapatos relucientes. Subo al bus y me apresuro a sentarme al lado de Masky. Me le acerco para besarlo mientras me susurra al oído:
-Hasta que por fin sales, Dite... no entiendo por qué te tardas...
-Amor, -le digo –es para verme adorable ante tus ojitos...
-Eres adorable con el simple hecho de respirar...

Me ruborizo al oír esas lindas palabras, cosa que parece encantarle. El autobús acelera dejando atrás nuestro hogar. Todos se empiezan a relajar. De pronto, Milo, que está delante de nosotros, se vuelve a nosotros y me dice en tono bastante burlón:
-Oye, Dite, ¿Qué tanto haces para tardarte todas las mañanas? Porque si Kanon no te llama, no saldrías de tu habitación...
-Créeme, bichito, que soy más madrugador que tú...
-Pero, al menos, yo si estoy listo para el desayuno y hago todas las obligaciones que me tocan...
-Soy un hombre ocupado, Mily, ¿Crees que ser editor, modelo y elegido es tarea fácil? Pues no...
-¡Campus de Ciencias Físico- Matemáticas! –anuncia el conductor deteniéndose. Milo ahora no puede abrir la boca, ¡Qué bueno!

Aioria, Shura y Aioros se van despidiendo de todos prometiendo ir a comer a las Doce Casas. Yo no puedo hacerme muchas ilusiones, porque tengo que supervisar el trabajo de mis subordinados. Parece que mi jefe me presenta a mi secretaria. Sólo espero que haga el trabajo como a mí me gusta. Además, siempre le mando un ejemplar a mi madre, quien es conocida como Dennis De Reynold, una gran escritora en mi país natal: Suiza.
Pero no quiero regresar a mis orígenes, no ahora. Mientras discutimos Milo y yo, Masky solo aprieta los dientes y nos dice:
-Déjense de tanta palabrería y compórtense, ¿Quieren?
-Tranquis, Death, Tranquis... –le intenta calmar Milo. Creo que no tiene idea del carácter que se carga Masky cuando se enoja. Pero, supongo que si conoce el de Camus... y le empieza a saltar una vena, ¡Ugh, qué horrible se ve!

-Milo, -le dice Camus serio –ya deja a Death Mask o algo malo te pasará...

Una risa estrepitosa sale de los labios de mi Masky, se le oye pausada cuando pronuncia con potente voz varonil:
-No te preocupes, Camus, de todos modos, terminaré por hacerle la autopsia algún día...

Milo, por inercia se vuelve a sentar bien en todo el camino y no pronuncia palabra alguna. Camus sonríe por lo bajo y yo me burlo en silencio. Masky solo me observa y voltea hacia la ventana. El conductor detiene el vehículo y exclama:
-¡Campus de las Ciencias Biológicas y de la Salud!

Con un profundo beso, me despido de Masky para después dejarlo partir. En esta ocasión, baja acompañado de Saga, Kanon y Alde, el buen Alde. Milo se sienta junto a mí y comienza a picar mi mejilla con su dedo una y otra vez. ¡Qué fastidioso es Milo cuando está emocionado! Ahora pone su mugrosa mochila entre los dos. Yo no sé cómo puede ir a la facultad así tan fachoso. ¡Debería darle vergüenza!

Prontamente, el chofer anuncia el tercer campus. Antes de bajar, me coloco mis lentes de Sol Gucci y desciendo las escaleras con elegancia. Milo baja de un salto ocasionando que me empuje hacia delante. Me vuelvo contra él diciéndole:
-¡No caigas así, Milo! ¿Qué no ves que te ves mal y de paso arrugas mi camisa?
-¡Pero mira qué delicadito me saliste! –me contesta con sorna. Ya rojo del coraje, le contesto:
-Pues compórtate...

Me retiro de él caminando tranquilamente cuando oigo mi nombre en cierto tono afrancesado. Volteo haciendo volar mis perfectos rizos y veo al dueño de esa voz. Sonrío y camino hacia mi amigui:
-Nunca pensé en encontrarte aquí, ¿Acaso vienes a una pasarela? –le pregunto una vez que ya estoy cerca de él. Muestra su perlada sonrisa y me contesta:
-En realidad, las pasarelas las haces tú, Dite...
-Gracias por el cumplido... Misty... –le respondo al saludarlo.

Viene acompañado, lo que es raro en él, por dos jovencitas de aproximadamente dieciocho años. Puede que sean modelos porque están demasiado delgadas. Las saludo de beso y Misty me toma de la mano y me hace dar la vuelta mientras silba:
-Valla, ¿Qué tenemos aquí, lindura? Uhm... pantalones de vestir Ferrioni, cinturón Calvin Klein, camisa de Armani, zapatos de Michael Domitt y hueles a Hugo Boss de la colección Red Deep... eres toda una estrella de la moda, Dite...
-Me sorprende tu alto conocimiento en ropa, Misty... –le sonrío enrojeciendo un poco.

Miro mi reloj y veo que apenas me da tiempo para entrar a mis clases. Las dos chicas me observan detenidamente y una de ellas me sonríe con demasiada coquetería. ¡Oh, cielos! Es una pena que esté comprometido con Jean Carlo Andreotti, uno de los médicos forenses más importantes de Italia y el hijo de un ex ministro que, desafortunadamente, no tiene tan buena reputación como esperaba... pero a mi Death Mask no lo cambio por nadie, bueno, sólo por mi amigui Misty...

-¿Quién te dio ese reloj Gucci? –me pregunta la otra chica. Yo, totalmente orgulloso le respondo:
-Me lo regaló mi amor ayer, mientras cenábamos...
-¿Y se puede saber quién es? –cuestiona la coqueta chica. Lamento desilusionarla, pero tiene que entender que tengo novio:
-Mi lindo Death Mask... es el amor de mi vida...
-Pues Masky tiene excelente gusto... –comenta con naturalidad Misty. Como esperaba, las chicas se quedan con la boca abierta y me miran raro. Creo que no les gustó el que haya revelado mi pequeño secreto de relaciones, pero eso no me importa... ahora:
-Si me disculpan, tengo que ir a clases. Te veré mañana, Misty... –le digo subiendo los descansos de la facultad y me respondió extrañado:
-¿Por qué mañana, Dite?
-Me choca seguir instrucciones de mi jefe, pero hoy me presentan a mi nueva secretaria y tengo que estar ahí... en verdad lo siento, Misty, pero no te sientas ofendido, porque ni siquiera podré ver a Masky... –le contesto haciendo pucheros y él con su expresión de resignación asiente.
-Está bien, te veré mañana... au revoir... –me besa en las dos mejillas y se retira. Yo me dirijo al salón donde se supone que Milo me está apartando un lugar...
***
*+*Death Mask*+*

¡Uff! Por fin terminó el primer día de clases y podré alcanzar a Dite en su trabajo: la Editorial de la Universidad. Así que llamé a las Doce Casas y pedí que me trajeran mi Ferrari modelo 2007 a la Facultad. Pasaría por un restaurante de comida italiana y pediría Lasagne para llevar. Compraría una botella de vino blanco y los dos beberíamos y haríamos el amor en su oficina privada. Pero no todo se cumplió como lo planeaba. Al llegar a la Editorial en mi Ferrari, con dos copas y el vino blanco me atendió su nueva secretaria, una muchacha de rubios cabellos y gris mirar:
-Soy la nueva secretaria y colaboradora de la editorial, mi nombre es Katya Nicolaievna Poliakoff, ¿Tiene una cita con el señor De Reynold? –me preguntó. Creo que era del norte porque su voz sonaba fuerte, parecida a la de los alemanes; lo sabía porque mi padre había invitado algunos amigos suyos de aquellos países. Le sonreí y contesté:
-No, pero, de todos modos, me gustaría que le avisara que estoy aquí...
-¿Su nombre, señor?
-Jean Carlo Andreotti, signorina...
-En seguida le aviso...

La chica desapareció tras la oficina. Me senté a esperar a que saliera y, de pronto, un grito de ira me hizo levantar del asiento:
-¡¿Y se puede saber por qué lo haces esperar en tu escritorio?! ¿Cuántas veces te he dicho qué a él lo trates con amabilidad? ¿Eh?
-Lo siento, señor, no volverá a suceder...
-¿Y qué haces ahí parada? ¡Te dije que lo hicieras pasar!
-S-sí...

La chica salía de la oficina con la vista baja y me indicó:
-El señor De Reynold lo espera, doctor Andreotti...
-Grazie, signorina...

Tomé la bolsa de papel y pasé con algo de indiferencia. No podía tranquilizarla porque mi orgullo no me lo permitía. Muchas veces mi padre hacía así a la gente porque no le gustaba su trabajo. Por eso, no me interesaba que pasara con su existencia. Llegué a la puerta y pasé a la oficina que me traía gratos recuerdos. Los ventanales me deslumbraron y, sentado en un sillón negro, estaba Aphrodite. Alzó la mirada y se levantó a abrazarme y besarme. Después cerró la puerta mientras yo ponía en el escritorio el vino, la comida y las copas. Se volvió y me besó:
-¡Qué lindo detalle, amor!
-Lo hice porque no ibas a estar en las Doce Casas y no puedo soportar a Milo comiendo con la boca abierta... mejor se me ocurrió darte una sorpresa con Lasagne y después... tú sabes...
-¿Y qué se supone que debo saber? –me preguntó con ese acento tan infantil que me vuelve loco. Lo cargué hasta su escritorio y lo senté mientras besaba su blancuzco cuello:
-Hacerte mío en esta oficina... otra vez, pero –me detuve y besé sus labios –por desgracia, tienes una secretaria que podría descubrirnos y eso no me gustaría...
-A mí tampoco me agrada ella. Es una completa inútil... –me decía mordiendo mis bordes –sin embargo, yo soy el jefe y decido lo que me conviene...

Se volteó y tomó el teléfono. Marcó un número y me miró con esos ojos maliciosos y cautivadores que poseía. En un tono autoritario habló:
-Poliakoff, ya no soporto tu presencia en esta oficina. Vuelve mañana y luego hablaremos de las publicaciones... Listo, Masky, -devolvió el auricular al aparato y se apoyó en sus manos para hacerse hacia atrás –ahora soy todo tuyo...
-Bien hecho, Dite, ¿A qué quieres jugar? –le proponía relamiéndome los labios sensualmente. Ladeó su cabeza e ideaba:
-No sé... tengo tantas opciones de jugar... tu decide...
-¡Ya sé! Al Jefe, tú eres el jefe y yo tu secretario, ¿Qué te parece, amor?
-Eres tan erótico, pero así me gustas…

Me quité el estorboso saco y la negra corbata, mientras él se sentaba en su sillón. Cada vez más me parecía que era inalcanzable y sensual. Al lado de él tenía un micro componente. Saqué un disco del portafolios que cargaba y lo puse en el aparato. Por curiosidad, Dite me preguntó:
-¿Qué artista es, Masky?
-¿No lo adivinas? … Tristania: Beyond the Veil…
-Oh, me lo imaginé de ti, eres tan sádico, Masky…
-Y tú tan masoquista… siempre te gusta cómo te trato…

Dite sonrió en complicidad. Se levantó para atraerme hacia él e hizo que me recargara en la pared. Me perdí en ese pozo de fogosidad correspondiendo con caricias atrevidas en la parte baja de su espalda. La música me inspiraba para acercar su cuerpo contra el mío. Pronto, en un murmullo me ordenó:
-Como jefe de esta oficina, te ordeno cumplir tus fantasías más recónditas…

Esbocé una sonrisa maliciosa. Era una excelente orden y no me iba a oponer en cumplirla. Lo separé de mí y serví el vino en una copa. Metí un dedo en ella y extraje una gota que dejé caer en el cuello de Dite. Después, lamí la gota y bebí un sorbo a la copa para luego darle a catar la copa. Pero en vez de eso, tomó la botella y la empinó hacia atrás dejando resbalar por su mentón gruesas gotas que lamí provocativamente. Dite era mal bebedor porque a la primera copa, ya estaba ebrio. Me encantaba que se pusiera así y él lo sabía.

Dejó bruscamente la botella y me jaló de la camisa volviéndome a besar y morder, pero alguien nos interrumpió, voces y risas de unas chicas:
-¿Te diste cuenta, Katya? Sabía que era un perdedor, ja, ja, ja…
-Y qué decirlo, linda… por cierto, debemos irnos o mi jefe me regañará…
-Vamos, no puede ser tan gruñón, se supone que es modelo… debe saber que si se enoja, le saldrán arrugas a los treinta…
-Ja, ja, ja, ja…

¡Eso era el colmo! Mi Dite sacaba humo por los oídos y se ponía rojo de la ira. Salió de la oficina y yo detrás de él. Enseguida nos topamos con la secretaria y otra chica de rasgos parecidos a los de Milo, creo que era griega. Se levantaron de sus respectivos asientos. Katya bajó la vista y la otra chica se maravilló por conocer al jefe de su amiga.

-¡¿Qué se supone que haces aquí, Poliakoff?! –preguntó casi gritando Aphrodite.
-Me estaba esperando para comer… –respondió su amiga y prosiguió a pesar del tic en el ojo que se le formaba a Dite –y no es Poliakoff, ¿Si? Se llama Katya, y haz el favor de llamarla por su nombre…
-¡¿Y quién se supone que eres tú, mocosa?! –le espetó Dite.
-Soy Psique Tsaos, dueña de algunas importantes joyerías en mi país, Grecia y estudio Relaciones Internacionales… Así que, cuida tus palabras porque no soy cualquier “mocosa”…
-¡Ya basta! –Dije y todos voltearon a verme –No me interesa quien seas y qué estaban haciendo, pero les suplico que no le falten el respeto a Aphrodite o se las verán conmigo, ¿Está claro?
-¿Y tú quién se supone que eres? ¿Un mafioso? ¿O su guardaespaldas? –Me miró de reojo Psique –Tal vez sea su gigoló…
-Psique, basta… –le susurró dándole un codazo a su amiga. Dio un paso adelante y nos dijo –lo siento, señor De Reynold, señor Andreotti. Mi amiga no quería faltarles el respeto y lamento tanto haber desobedecido sus órdenes, pero ella iba a pasar por mí y esperaríamos a otra amiga, pero, descuide, no volverá a ocurrir…
-Sí, sí, si… ya es suficiente, KATYA, pero me molesta que seas tan idiota… ya vete y que no se vuelva a repetir… –dictaminó Dite volviendo a la oficina, pero se detuvo al oír entrar a otra amiga.

Se dio la vuelta y cruzó los brazos al ver a la chica que acababa de llegar. Su atuendo consistía en un kimono azul, una especie de cinturón y sandalias; llevaba el cabello recogido con dos prolijas, pero un ojo era tapado por su largo fleco.

-Lo siento, pero su facultad queda algo lejos de la mía… bueno, ¿Nos vamos? …Ah, hola –me saludó extendiendo su mano –soy Midori Haninozuka de Urbanismo, ¿Eres amigo de las chicas?
-No, pero… –comencé a decir, pero se dirigió a las demás.
-Vamos, chicas, tengo que presentarles a mi mejor amigo… Mu Wang…

Fue entonces que Aphrodite abrió los ojos mientras ellas se retiraban. Me acerqué para revisar si estaba bien. Se llevó una mano a la boca y la apartó diciendo:
-Esa niña es amiga de Mu… entonces es la chica que visitó a Mu ayer en las Doce Casas, ¿Lo recuerdas?
-Sí… –respondí sorprendido.
-Valla, ¡Qué pequeño es el mundo!
-Bastante, amore
-¿Sabes? Estoy algo cansado y mareado, ¿Puedes llevarme a mi habitación a terminar lo que empezamos?
-No me negaría a nada… además tú eres el jefe, ¿No?
-Claro…

Tomé la botella casi vacía con la fría Lasagne y lo ayudé a bajar las escaleras y a subirlo al auto. Cuando llegamos a las Doce Casas, quedó profundamente dormido. Lo cargué a su habitación y lo acosté en su blanda cama. Parecía un ángel al verlo vestido de esa forma y durmiendo. Le quité los zapatos tan boleados y su camisa de seda. Como había dicho, Dite era un mal bebedor y esperaba que al día siguiente no sufriera resaca. Me recosté a su lado para vigilar su sueño y atenderlo, pero no se movió en toda la noche…

CAP. 4: EL CONCURSO INTERUNIVERSITARIO Y LA SORPRESA DE MU.

CAP. 4: EL CONCURSO INTER UNIVERSITARIO Y LA SORPRESA DE MU.
*+*Kanon*+*

Ya en la sala de las Doce Casas, como a eso de las ocho de la noche, esperamos al Rector de la Universidad. La verdad, para ser un “gay” bastante pasita, o sea, viejo, es muy moderno. Me cayó bien el papá de Mu. Muy fresco como lechuga... ja, ja, se parece a una por su cabello verde... ja, ja... de pronto, Marco entra a la sala y haciendo una reverencia como payaso de circo, nos anuncia:
-El Rector Shion Wang ha llegado a este recinto...

Me vuelvo a reír por mi pensamiento de la lechuga, pero me detengo y pongo una actitud seria al ver el rostro de Saga haciendo pucheros. Aguafiestas. Dite habla para romper el silencio con su clásica voz aflautada y cierto tono dandy:
-Es como en mi casa... los sirvientes siempre anuncian al recién llegado.
-De hecho, -asegura Death Mask con presunción –en todas nuestras casas lo hacen...

Una figura aparece por la puerta principal con la misma túnica blanca del discurso. Shion Wang había llegado a las Doce Casas. Con un ademán, todos lo saludamos respetuosamente, pero él sube su mano y se dirige a nosotros:
-Perdonen la vestimenta... –señala su ropa y se la quita dejando ver un saco negro –Es por tradición... –hace una seña a Marco y éste se inclina –una taza de café en el comedor, por favor –nos voltea a ver y nos dice –síganme, chicos...

Vamos hacia el comedor siguiendo a nuestro rector. Me aguanto de la risa al pensar que tengo enfrente de mí al “profesor lechuga”, pero me detiene el rostro de Saga que se pone rojo del coraje. Miro hacia el frente y me percato de que hay trece asientos en vez de doce, como suelen ser normalmente. Nos sentamos en nuestros respectivos lugares, sentándose el rector al lado de su hijo. Habla pausada pero animadamente:
-De aquí en adelante, no soy el rector ni el papá de Mu ni el anciano, soy Shion, ¿Entendido? Esta mesa es como la de los caballeros del Rey Arturo. Nadie es más que nadie, todos somos iguales...

De pronto, se interrumpe, pues Marco le trae su taza con café. Una vez que se retira, Shion vuelve a hablar:
-Bueno, hay un asunto que quiero tratar con ustedes: el Evento Interuniversitario. Cuatro colegios competirán por su renombre académico y cultural. Me he entrevistado con los rectores de las mismas y hemos acordado que este año habrá convenio...
-Disculpa, Shion, pero, ¿Cuál es el convenio a cumplir? –pregunta Alde con respeto.
-Dicho convenio se ha inspirado en la mitología griega. Nuestra representante es la diosa Atenea y, bueno ella ha tenido diversos enfrentamientos con los dioses Poseidón y Hades, según nos cuentan las historias... Las universidades de Cabo Sunión y la Nacional Alemana se rigen por esos dioses, respectivamente. Más tarde, la Real Universidad de Asgard empezó a competir y la incluimos en el convenio bajo la deidad del Dios Odín. Al principio, solo competíamos cada año, pero no teníamos tanto tiempo de preparar a nuestros alumnos. Así que los rectores de los cuatro colegios se reunieron y acordaron que el evento se realizaría si en este campus se reunieran doce chicos destacados para competir... este año, se cumple el trato y los miembros más destacados de esas universidades vendrán...
-Y bueno, ¿Quieres que compitamos? –pregunta Camus con su aire siempre serio. Shion sonríe.
-Por supuesto –contesta –precisamente por eso todos los estudiantes realizan un exámen de formación grupal. Para reconocer a los más capaces, para pertenecer a las Doce Casas... Ustedes han permanecido en pie durante todos estos años y bueno, creo que es digno de celebrar, ¿No?
-Valla, yo pensaba que el exámen era solo una pantalla y que sólo nos reunían porque nuestras familias son influyentes, pero ya veo que no... Es bueno saberlo... –observo un poco pensativo.

Shion asiente sonriendo, como si le diera risa lo que estaba diciendo. Saga solo pone sus manos sobre su rostro y las retira para mirar al cielo. Me encanta verlo desesperarse y... un momento, ¿Es cierto lo que veo? Saga lanza una disimulada mirada a Mu y éste se sonroja... uhm, comienzo a sospechar que algo se traen estos dos, vamos a ver cuando tardaré en decirle a Mu “cuñado”, je, je...

-Bueno chicos, creo que es todo lo que tenía que decirles... se levanta la sesión... –nos indica Shion y nos paramos de nuestros asientos.

Shion se dirige a Mu, quien está ligeramente sorprendido. Volteo a ver a Saga quien se emboba con Mu. Ajá, ya lo caché y esto no se me va a escapar. Me coloco delante de él tapándole la vista y le digo:
-¿No es la noche tan hermosa, Saga?
-Quítate de enfrente, Kanon... estoy inspeccionando el lugar...
-¡Pero mira que mentiroso resultaste! ¿Y qué se supone qué inspeccionas? ¿La relación de Mu con su padre?
-No entiendo cómo demonios te metes en mi vida, Kanon y...
-Vamos, Saga, admítelo. Te gusta Mu y no puedes evitar el mirarle...
-Y ya que estamos en psicoanálisis... ¿Qué me recomienda, doctor?
-Conquístalo, verás que te hará caso... pero te advierto que el amor puede lastimar... más de lo que crees...

Me retiro de dónde estaba y los dos notamos que la familia se ha ido. También nos percatamos de que Shaka ya no está. Tal vez nos escuchó y subió a su habitación. Quién sabe, parece que mi hermano no tiene el camino tan libre como pensábamos. Esto se pone interesante...
***
*+* Mu*+*

Mi papá me había llamado después de haber terminado la junta. Me sentí algo abochornado por la mirada de Saga. Y es que sus ojos me ponen bastante nervioso. Por fortuna o desventura, mi padre me sacó de mis pensamientos:
-Mu, quiero que vengas al auto, tengo una sorpresa...

Sin dudar un segundo seguí a mi papá al carro y vi que alguien salía. El corazón, por un instante, se me detuvo al ver que esa persona era la segunda hija de los Haninozuka: Midori...

-¡Midori chan! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí? –pregunté al abrazarla y tomar con ambas manos sus hombros.
-Bueno, yo iba a entrar a la Universidad de Tokyo, pero tu padre habló con los míos y como tenemos algo de dinero, pues me inscribió en la carrera de Urbanismo...
-Qué bien –sentí como sus manos rodeaban mi cuerpo y le correspondí.

Puse mi mentón en lo alto de su cabeza y pude ver que en la sexta ventana, Shaka observaba toda la escena. Su mirada poesía un extraño brillo que me dio, por un momento, escalofríos. Midori se deshizo del amarre y me sonrió haciendo de lado su fleco:
-Bueno, el viaje ha sido largo y estoy algo cansada, así que te veré mañana ¿Sí?
-Por supuesto, buenas noches y hasta mañana... –le dije dándole un beso en la mejilla.

Subió al auto sentándose en el asiento de copiloto. Mi padre me sonrió y puso su mano en mi hombro:
-Buena suerte y hasta mañana...
-Gracias, papá... –le dije, pero él levantó su índice y negó con él:
-No, hijo, no soy papá aquí, soy Shion y, bueno, descansa...

Se retiró al auto y manejó alejándose. Volví a observar la sexta ventana pero Shaka ya no estaba. Me volví a “Las Doce Casas” y me topé con Aphrodite de la mano de Death Mask. Les pregunté algo extrañado:
-¿Adónde van ustedes?
-Vamos a cenar... – me respondió Aphrodite con una sonrisa y Death le hizo segundas:
-Dite y yo...
-Que les vaya bien entonces... –les dije alegremente.
-Gracias, Mu, lindo –me agradeció Aphrodite. Se volteó, pero se regresó a voltearme –ah, se me olvidaba... ¿Esa niña es tu novia?
-No, no, solo somos amigos... –le respondí sonrojándome. Al parecer, no hizo mucho caso, porque me respondió:
-Ajá, así es como empieza todo y después...
-Dite, déjalo. Si son amigos, no tiene porque importarte. Además, no hay tiempo para perderlo aquí, debemos estar en el restaurante... –le dijo Death un poco impacientado.

Cargó a Dite y los dos se alejaron de Las Doce Casas. Adentro, en la sala, vi a Milo besar desenfrenadamente a Camus. Creo que ellos se adoran, los puedo ver en sus ojos. Pasé sigilosamente sin que notaran mi presencia directo a la biblioteca. En ella me encontré con Shaka, quien estaba leyendo un libro de lógica. Me acerqué lentamente y me senté junto a él. De pronto, Shaka cerró bruscamente su libro y dirigió su azul mirada en mí:
-¿y bien? ¿Quién es aquella chica, Mu?
-Es Midori Haninozuka, una amiga de Tokyo... –respondí algo extrañado. Shaka me miraba con ¿Celos? No, ya debo estar cansado.
-Debes saber que las chicas quitan el tiempo para estudiar cómo se debe... –me dijo al pasar sus dedos por la gruesa tapa del libro.
-Creo que no deberías categorizar a todas las chicas, Shaka... –le aseguré.
-Eso es muy cierto, Shaka... Lo he visto hasta en mi consultorio...

Saga intervino en plática y me miraba raramente. En verdad esto personaje es misterioso conmigo. Supongo que se debe a que estudió Psiquiatría. Caminó varios pasos hasta acercarse a nosotros, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón:
-Sin embargo, -prosiguió –Shaka tiene razón, las chicas nos quitan el tiempo que dedicamos a estudiar... y vivir...

Reí ante aquella respuesta. En verdad que no conocían a Midori. Si alguien es diferente es ella. Shaka, entonces, contestó seriamente:
-Gracias, Saga, pero, ¿Qué derecho tienes de interrumpir nuestra conversación?
-En verdad lo lamento, Shaka... no volveré a interrumpir tu psico filosófica plática, aunque... No deberías ser tan arrogante...– le sonrió Saga a Shaka, mientras éste le contestaba:
-De todos modos, agradezco tu consejo, Saga y si me disculpan, mañana será el primer día de clases de este ciclo escolar... con su permiso.

Shaka tomó el grueso libro y pasó entre Saga y yo con los ojos cerrados saliendo de la biblioteca. Nos miramos y no echamos a reír. Después me incliné en señal de respeto y salí para llegar más tarde a mi habitación. Me tumbé en el suave colchón mientras poco a poco la pesadez del sueño me obligaba a colocarme el pijama y acostarme. El sueño me envolvía profundamente y yo dejaba que me tocara hasta quedarme dormido.

CONTINUARÁ...